la experiencia de vida adquirida en este año de comunión con la montaña fue enseñándome que no había ninguna diferencia , entre el planeta y yo mismo, entre la tierra y mi cuerpo, me enseñó que mi conciencia atenta y la naturaleza fluyendo se fusionan en una interrelación maravillosa de adoración continua al silencio anterior a la creación. Ese silencio y vacío que antecede la conciencia y la palabra que hace posible todo nacimiento.
La preparación del terreno antecede la siembra, dicha preparación requiere profunda observación del equilibrio existente, mi intervención tiene que ser coherente con ese equilibrio y entrar sin perturbar, adecuar entonces la tierra permitirle se disponga a recibir la semilla, acompañar esta ancestral unión que se sucede con mi presencia mas no por mi voluntad particular, sino por una voluntad que me recorre desde tiempos anteriores al espacio mismo y entonces la siembra ocurre.
Asumo el acompañamiento y me hago responsable de su cuidado, fertilizo, protejo, en materna actitud soy uno con el proceso y las fuerzas naturales me acompañan y guia. Concluido el tiempo de la semilla desaparece transformada en la planta que emerge de la tierra de la mano del sol y el agua y mi afecto.
Una vez lograda su total formacion la plantula hecha ahora de sol y tierra reverdece esplendorosa y se hace alimento que nutre y sana. Cosecharla es milagroso.
La preparación del terreno antecede la siembra, dicha preparación requiere profunda observación del equilibrio existente, mi intervención tiene que ser coherente con ese equilibrio y entrar sin perturbar, adecuar entonces la tierra permitirle se disponga a recibir la semilla, acompañar esta ancestral unión que se sucede con mi presencia mas no por mi voluntad particular, sino por una voluntad que me recorre desde tiempos anteriores al espacio mismo y entonces la siembra ocurre.
Asumo el acompañamiento y me hago responsable de su cuidado, fertilizo, protejo, en materna actitud soy uno con el proceso y las fuerzas naturales me acompañan y guia. Concluido el tiempo de la semilla desaparece transformada en la planta que emerge de la tierra de la mano del sol y el agua y mi afecto.
Una vez lograda su total formacion la plantula hecha ahora de sol y tierra reverdece esplendorosa y se hace alimento que nutre y sana. Cosecharla es milagroso.